febrero 24, 2017
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Stewarts Point de Sonoma Coast se convierte en parte de un acuerdo histórico para el rancho costero
Derek Moore | La prensa demócrata | febrero 23, 2017
El cabello negro de Martina Morgan se agitó mientras miraba desde Stewarts Point en el noroeste del condado de Sonoma esta semana a una impresionante extensión del Océano Pacífico.
Muy por debajo de ella, las olas rompían en una playa sembrada de rocas donde Morgan y su bisabuelo recolectaban mariscos, algas y otros alimentos básicos de la banda de indios Pomo de Kashia. Leonard Marrufo ya no está, pero la cuerda en la que la pareja se basó para hacer rappel por el acantilado de 70 pies para acceder a la playa todavía está allí, unida a un poste de madera enterrado en lo profundo del acantilado.
Ahora vicepresidenta de la tribu Kashia, Morgan dijo que el sitio entre Jenner y The Sea Ranch es un terreno sagrado para los miembros de la tribu 1,000, el lugar donde creen que su creador envió espíritus con instrucciones explícitas de que solo toman lo que necesitan y deja el resto.
"Esa es nuestra isla", dijo Morgan, señalando una gran roca plana que dijo que sus antepasados treparon para acceder a la tierra.
La conexión especial de la tribu con lo que Morgan llamó "el lugar de inicio" es parte de un nuevo acuerdo histórico de uso de la tierra para Stewarts Point Ranch que combina elementos de preservación cultural, protección del hábitat, recreación al aire libre y desarrollo económico a través de la tala.
Esas disposiciones de amplio alcance comprenden una servidumbre de conservación de $ 6 millones comprada recientemente para Stewarts Point Ranch por el Distrito de espacios abiertos y preservación agrícola del condado de Sonoma y otras agencias públicas y privadas.
El acuerdo abarca 868 acres de tierra costera que incorpora aproximadamente una milla de acantilado costero al norte del Parque Estatal Salt Point y se extiende hacia el interior por unas 2 millas a través de tierras de pastoreo y montañas a caballo entre bosques densos, incluidos 100 acres de secuoyas viejas que bordean más de una milla del río Gualala.